Cuando los números finales dicen que ganaste y perdiste la misma cantidad de partidos, y que te hicieron más goles de los que convertirse, amigo, el laboratorio está fallando. El equipo de Jorge Luis Pinto, que tanta firmeza demostró al comienzo del año, terminó por hundirse a sí mismo en un mar de malas decisiones. Este es el uno a uno de nuestros jugadores en el semestre. 

Wuilker Fariñez: 7,0 – No ha sido un gran semestre para el portero de la selección venezolana, y aún así, supo mantenerse con un papel protagónico en el equipo, con varias actuaciones destacadas acompañadas de atajadas espectaculares. Por otro lado, fueron evidentes algunos errores individuales y desconcentraciones poco habituales en él.   

Jefferson Martínez: 7,0 – Un gran fichaje para el arco que puede convertirse, sin problemas, en el portero titular de Millonarios. Cuando no estuvo Fariñez, hizo presencia Martínez con toda la capacidad atlética, los reflejos y la personalidad necesarias. La vida del arquero siempre tendrá grandes responsabilidades, y era inevitable que también cometiera algunos errores individuales.

Andrés Román: 6,5 – El punto más alto en defensa esta temporada, la cual fue un desastre. Pudimos observar parte de su ADN como lateral con bastante proyección y velocidad que, asimismo, se convierten también una pieza defensiva clave. Sus grandes males pasaron por las reiteradas amonestaciones y la inseguridad que lo fueron apoderando con el transcurrir del torneo.  

Jair Palacios: 5,5 – Román le ganó el pulso contundentemente. No pudo afianzarse con el equipo en los compromisos que disputó, lució falto de técnica, y ello respondería a las pocas convocatorias por parte de Pinto. No vi a ese lateral agresivo con muy buena capacidad para llegar al borde del área y centrar. 

Deivy Balanta: 5,0 – Uno de los desaciertos de Pinto en este semestre. Su llegada, al menos para mí, fue una gran sorpresa, pues el nivel mostrado en el Junior de Barranquilla no daba esperanzas de buenas actuaciones en el equipo. Los partidos que jugó lo dejaron ver como un central permeable y que comete bastantes errores al salir jugando con el balón.

Bréiner Paz: 6,0 – Jugó muchos menos partidos que Rambal, por ejemplo, pero en los partidos que estuvo su rendimiento no fue del todo malo. Por el contrario, en la primera parte de torneo cuando Millonarios sumaba, Paz era uno de los hombres titulares en la defensa: seguridad en la pelota quieta, y buen primer pase eran algunos de sus atributos. Esperaría que la ausencia de minutos en la segunda parte del torneo se debió a cuestiones deportivas que Pinto percibía más de cerca, porque se borró del mapa.  

Alex Rambal: 5,5 – Su rendimiento fue mucho menor en comparación al primer semestre del año. Si bien tenía partidos buenos, nunca pudo emparejar su rendimiento: pese a ser un defensa rápido, el juego a la espalda le costó en todo el campeonato, dejando libre la marca de los atacantes dentro y fuera del área.

Luis Payares: 6,0 – Junto a Rambal eran, por nivel, las mejores opciones para la pareja de centrales. No eran deslumbrantes sus actuaciones, pero tampoco eran horribles: fue una moneda al aire que por momentos te brindaba mucha seguridad, un primer pase limpio y orden táctico, y en otros constantes debilidades en la marca.

José Luis Moreno: 5,0 – Otra mala apuesta por parte de las directivas de Millonarios. En esta sección siempre se habló de la poca continuidad con la que llegó Moreno de Once Caldas y los problemas defensivos evidentes que presentaba desde que empezó a tener minutos con el equipo. Fallas en la marca, errores al salir con la pelota y repetidas faltas fueron algunos de los problemas vistos en todo el semestre.

Felipe Banguero: 5,5 – Considero que hubo dos problemas principales respecto al Banguero 2019-2: primero, mucha timidez al momento de proyectarse por la banda y acompañar a los compañeros por el costado; y segundo, las pérdidas en velocidad con los extremos rivales, viéndose bastante lento en el mano a mano.

Omar Bertel: 5,5 – Bertel atacando me parece una alternativa muy valiosa, pues su velocidad le permite desbordar con facilidad a sus rivales; sin embargo, su mayor debilidad, y aspecto a trabajar, es la demora en el retroceso: esto se transforma en huecos importantes por la banda izquierda que costaron puntos. 

Jhon Duque: 7,0 – El mejor en el mediocampo de Millonarios este semestre. Mantuvo, en varios partidos, su compostura y tenacidad para presionar la posición del rival. El problema principal radicaba en las las llegadas tarde a robar el balón, situaciones que terminaban en amarillas y, en algunos casos, expulsiones evitables.

Felipe Jaramillo: 5,5 – Le costó mucho retomar el nivel del primer semestre luego de su lesión. No vi a ese mediocampista integral que defendía con orden, que tenía muy buena visión para pasar el balón e incluso llegar a posiciones de gol. Independientemente de ello, sigo poniendo mis fichas a que puede volverse a convertir en un jugador clave para el equipo. 

César Carrillo: 6,0 – Sin pena ni gloria. No tuvo un rendimiento óptimo en el transcurso del campeonato, pero tampoco fue mala su labor. En la primera línea de volantes era la mejor opción para complementar a Duque por su valioso juego aéreo y resistencia. Pasó, y bastante, que desaparecía en varios partidos y realmente no gravitaba como el buen volante mixto que es. 

Stiven Vega: 6,0 – No ingresó a muchas convocatorias, y cuando fue así, era un cambio frecuente para refrescar a los volantes de marca o intentar aguantar un resultado favorable. Más allá de ello, no presencié un nivel superior en alguno de sus partidos que me demostrara que podía ganarse un lugar en el once titular.

Juan David Pérez: 7,0 – Pese a las críticas y algunos partidos malos en el cierre del semestre (como casi todo el equipo), Pérez era un jugador fijo en el 4-2-3-1 de Pinto por su regate y velocidad para encarar a los rivales hacia adentro. Además, fue el segundo goleador de Millonarios en este semestre con cinco anotaciones, un aporte nada despreciable.   

Óscar Barreto: 6,5 – Cuando en el primer semestre varios hinchas lo querían fuera, en este segundo torneo terminaron por cogerle cariño —y, a decir verdad, hizo méritos para conseguirlo—. Esa entrega y trabajo juicioso le alcanzó para ser titular en un par de partidos y, cuando Pinto lo necesitó, convertirse en una sustitución que le daba mayor juego al equipo por las bandas.

Eliser Quiñones: 6,0 – Poco juego tuvo Eliser en estos últimos seis meses: solo arrancó de titular en cinco de los 20 partidos de la fase “todos contra todos”: realmente no fui testigo de un gran rendimiento o aporte ofensivo para Millonarios, empezando con su gran pegada de media y larga distancia, por ejemplo. 

David Silva: 6,5 – De héroe a enemigo en muchos partidos, algunos de ellos injustificadamente. Desde el inicio fui un convencido de que Silva no sentía la posición de enganche o “10” en el equipo, pues su tendencia natural era tirarse hacia las bandas, y esto muchas veces lo llevaba a tomar decisiones apresuradas. Sin embargo, cuando estuvo fino, no hubo crítica que empañara su capacidad técnica y el amor que siente por la camiseta.  

Juan Camilo Salazar: 5,0 – Su cabeza se quedó en Argentina. Cuando volvió al club yo fui uno de los optimistas respecto al nivel que podía retomar y los aportes que iban a significar para el equipo, no obstante, nada de eso llegó. Principalmente se desempeñó como enganche, posición en la que había iniciado su carrera deportiva y, en los partidos que disputó, casi siempre lució impreciso con el balón.

Hansel Zapata: 6,5 – De más a menos. Sus primeras actuaciones fueron bastante buenas, mostrando cualidades en la conducción y remate del balón, desbordando y centrando por la banda derecha principalmente. Algo de ese talento sirvió para convertirse en el máximo asistidor de la Liga en el “todos contra todos” con siete pases gol. Al final, los problemas colectivos terminaron por influir en su rendimiento individual.  

Cristian Arango: 6,0 – Siento que el equipo le quedó debiendo más minutos en cancha: sigo pensando que su nivel técnico es destacable. Estaba claro que en la jerarquización de los cambios, Lasso sería la primera opción para Pinto, y Arango quedaría relegado a la suplencia con opción de entrar cuando el equipo estuviese abajo en el marcador.

Fabián González: 6,0 – Es una variante interesante en ataque, porque pese a su altura, es bastante buena en el control de balón y recursivo dentro del área rival: imposible olvidar ese gol que él solito generó en la victoria contra Medellín en el Atanasio. Aún así, la factura más cara la pasaron sus constantes inconvenientes físicos. 

José Guillermo Ortiz: 7,5 – EL JUGADOR DEL SEMESTRE. Hay cuestiones sencillas que permiten darle la distinción a Ortiz. Primero: pese al poco tiempo de adaptación, llegó y marcó goles como si conociera la Liga de memoria; segundo, fue el máximo goleador del equipo (7 tantos) más allá de los serios problemas colectivos; y tercero, peleó y corrió cada balón como si fuera el último, pese a que fuera el primer cambio para Pinto. La hinchada de Millonarios, que es muy exigente, lo quiere como si hubiera estado años en el equipo.

**

CALIFICACIÓN GLOBAL: 6,08

@cramirezr98