El sentimiento por el escudo de Millonarios va más allá del doloroso momento por el que estamos atravesando todos los hinchas azules. Es un amor con el que siempre nos vamos a reconciliar y al que nunca se le va cometer ningún acto de infidelidad.

En el primer semestre del año vivimos momentos inolvidables, fuimos primeros todo el campeonato y cuando le dimos prioridad a las tres horas sagradas para ir Campín, el equipo dejaba todo en el campo de juego para llenar de alegría nuestro corazón azul. La ilusión estaba latente para conseguir la tan anhelada estrella número 16, que parecía que nadie nos la iba a  arrebatar,  hasta que llegó aquel 5 de junio, cuando el América de Cali nos ganó y nos dejó por fuera de la final.

Para este terrible segundo semestre, algo se rompió en la institución.  El nivel de muchos jugadores fue nefasto y la dirigencia desde la parte técnica, no fue el mejor para afrontar el cierre del campeonato. Estas son las causas por las que hoy Millonarios se encuentra eliminado y todos nosotros aguantando las burlas y los vituperios de los simpatizantes de otros equipos.

El presidente, los jugadores y el cuerpo técnico, no alcanzan a dimensionar lo que nos duele afrontar esta dura situación. Yo como hincha, no quiero seguir viendo como pisotean este equipo que fue considerado el mejor del mundo y por el que pasaron Alfredo Di Stefano, Delio ‘Maravilla’ Gamboa, Willinton Ortiz y un centenar de jugadores que escribieron con letras doradas la historia de mi amado Millonarios. Me he tenido que conformar con las historias que me cuenta mi viejo, cada vez que vamos entrando al Campín o departiendo una cerveza en el tradicional Palacio del Colesterol.

Defensas como Miguel Augusto Prince, José Daniel Van Tuyne, Pedro Camilo Franco, Andrés Cadavid y muchos más, supieron que para defender estos colores, tenían que dejar hasta la última gota de sudor. Ahora, nos toca conformarnos con zagueros como, Balanta, Moreno y Payares, quienes jamás van a suplir a esos históricos jugadores que dejaron huella en el corazón de cada fanático azul.

Millonarios es un amor para toda la vida. Me enamoré de él, la vez que mi papá me llevó por primera vez al Campín y derrotábamos a nuestro rival de patio, Independiente Santa Fe. Estuve con él,  cuando ningún patrocinador quería invertir en este equipo y vestíamos una camiseta totalmente azul, solamente con el escudo.  Me aferré a él, cuando ganar la estrella número 14 era casi una misión imposible y aquel 16 de diciembre de 2012 quedará tatuado en mi corazón.  Ahora, cómo lo voy a abandonar, si yo sé que nos vamos a reconciliar el próximo año que viene y estaremos ahí pendientes de él.

Esperamos de todo corazón un replanteamiento en la dirigencia y en los jugadores, para afrontar la Liga Betplay 2020. Porque la historia de Millonarios no se puede pisotear más.

@DANIELESTEBAN31