Un clásico que viene con muchos matices ocultos. A parte de vivir presentes muy distintos, en estos días previos a enfrentarnos con nuestro rival de toda la vida, siempre pienso en los diferentes que somos, en las sendas tan distintas que recorremos. Los caminos solo están juntos por estar cubiertos por el mismo cielo, aunque siempre se cubre de azul.

Millonarios es el amor incondicional, el amor irremediable a la creencia de que siempre vamos a estar juntos. Amor a unos colores que acompañan todos nuestros días, el amor a la tradición y la familia. Ser hincha de Millonarios no es algo que uno haga solo, se está acompañado de unos padres intentando que su hijo vea el mundo con las pupilas azules. Mientras, nuestros vecinos se enamoraron de los resultados, condicionan su amor a un puesto en la tabla. Ser hincha rojo no requiere siempre tradición, es más un acto de rebeldía contra el camino de la familia, por eso no falta el hincha rojo, en rebaño azul.

El hincha embajador acostumbrado a ganar, a celebrar, a los títulos y la grandeza aun así no se lee por esto, ningún hincha azul contesta que su amor es al metal de las copas, siempre te dirá que es el equipo de su familia, de su papá, de su mamá, su conexión con esta ciudad, para nosotros Millonarios es una conexión con lo que nos hace felices. Mientras los hinchas rojos se enamoraron del sufrimiento, de la escasez, y la disfrazan de valentía lo que podría ser vivir a la sombra de un equipo muy grande, pequeñez.

Ser hincha azul no es un acto de valentía porque nos toque sufrir o nos toque llorar y tener aguante; es valiente porque implica constancia. Para nosotros el estadio es indivisible, por eso vamos desde tan jóvenes; nuestra manera de pensar es ir al estadio a alentar. Los hinchas rojos son conducidos por un cuento fantástico, medio bohemio, de su fundación; se enamoraron de un presente que no representa su historia.

Millonarios no representa dolor, representa felicidad, familia, amigos. A nosotros no nos duele nuestro equipo, estamos orgullosos, porque siempre hemos sido grandes, no solo en cancha y en los títulos, sino en la tribuna también. Millonarios es multitud, es una casaca azul en medio de Leticia o el Choco, somos el equipo de los muchos, de los millones, la fiesta con tribuna llena porque nosotros somos fidelidad y compromiso con esto que somos todos; los rojos son los pocos, las tribunas vacías, el condicionamiento, lo esporádico y el equipo de un camisa roja en medio de las miles azules.

Nosotros somos el romance perfecto entre hinchada y equipo. Si van bien ahí estamos, si van mal y nos necesitan, ahí estamos. Somos fiesta, alegría y carnaval, el rojo es más bien conveniencia y oportunismo. Así que en este clásico recuerde lo lindo que es recorrer este camino, lleno de amor y una fidelidad que no tiene nadie; una fidelidad y una nobleza muy bogotanas.

@Cadosch12