“Es una berraquera, les dije a mis jugadores que son extraordinarios. Hacía años que no veía lo que vi hoy. La actitud, los gestos, el manejo. Un partido 2 a 0, lo otro no lo cuento”. Estas fueron las palabras con las que nuestro director técnico reseñó el juego de Millonarios en Cali. Y es que no hay mejor cualidad para describir la actuación de los dirigidos por Jorge Luis Pinto ayer: berraquera.

Creo que el cotejo disputado por Millonarios el día de ayer fue la viva y pura definición de jugar “contra todo y todos”: una caldera de gente en contra, pitando cada pelota del equipo, un arbitraje infame y localista, que inclinó la cancha a favor del rival, casi todo nuestro onceno titular amonestado, obligándonos a jugar condicionados un partido tan disputado en el cuerpo a cuerpo; un tiempo entero con un jugador menos, teniendo que recurrir a improvisaciones en el esquema y, lo más preocupante entre tantas adversidades, las lesiones de jugadores que conforman la columna vertebral del equipo.

Creo que con todos los factores reunidos en pro de ‘jodernos’ el resultado, Millonarios le demostró a todos y cada uno de sus detractores que van a necesitar más que Bismarks para lograr derribarnos. No solo yo, sino que, a pesar de la calentura con la que todos nos fuimos a acostar, dormimos esbozando una sonrisa con la tranquilidad que genera la jerarquía y casta que sacó Millonarios, para empezar con pie derecho y traerse tres puntos de Cali en el primer partido del cuadrangular.

Creo que hoy todos deseamos con cada gota de sangre que bombea en nuestro órgano vital, que este grupo libere la bronca de las mil batallas que ha contendido, y nos vayamos todos juntos a librar la guerra contra el sistema que nos quiere ver caer. Este plantel no está conformado por simples jugadores de fútbol. Este grupo está conformado por soldados, dispuestos a dejar su vida y sangre en la cancha por saborear una pizca de gloria, con una mentalidad 100% ganadora que no se bloquea en momentos conflictivos.

Más que el fútbol, a Millonarios lo caracterizan los huevos. Que más que centrales, tenemos leones que cuidan celosamente su arco. Que más que laterales, tenemos balines que se disparan en la banda de acuerdo a la necesidad de defensa o ataque. Que más que volantes de marca, tenemos animales que se visten de bomberos para apagar incendios que amenacen su campo. Que más que creativos, tenemos magos que son el motor de la máquina. Que más que delanteros, tenemos obreros que nunca dan material por perdido en la fábrica y luchan por el producto final. Que más que un arquero, tenemos un extraterrestre con 10 manos del cual no tenemos idea de su planeta de origen. Que más que un director técnico, tenemos un capitán de barco que no permite que uno, dos o tres icebergs lo hundan. Como lo dije antes, se necesita más que eso.

Creo firmemente que más que cualquier otro día, este domingo 12 de mayo de 2019, día de las madres, enfrentando al América de Cali en el Estadio Olímpico Pascual Guerrero, nos dimos cuenta para qué está hecho este Millonarios: para ser campeón; y de qué está hecho este Millonarios: de puro corazón.

Isabella Sierra Atencia

@IsaSierra_