Continua la mala racha de resultados en el torneo local para Millonarios. Esta vez en Montería, los dirigidos por el profesor Gamero solventaron el primer tiempo en el calor del Jaraguay, para luego no poder hacer mucho y terminar goleados. Más allá de aceptar que faltan jugadores, que no se invirtió dinero para reforzar el equipo, hay cosas que no se entienden del planteamiento del profesor Gamero.

Lo primero es la falta de rotación de la nómina. Desde el primer partido del torneo ESPN, los titulares han competido, domingo-miercoles-domingo, sin que se les dé la oportunidad de comenzar desde el banco. Ayer, luego de jugar el jueves en Bogotá, y teniendo en cuenta la temperatura de Montería, se debió rotar la nómina. Queda la duda de cómo planearon estos días los preparadores físicos de Millonarios.

Luego está lo ocurrido en el juego. Se cambió de nuevo al 4-2-3-1 y los extremos nunca fueron soporte por las bandas. El desorden volvió en los retrocesos y la mano del profe Gamero, no se vio. No se entiende que los cambios se guarden, que se hagan tarde y, como si estuviéramos muy bien en la cancha, que se dejen de usar estos.

Claramente los jugadores no están respondiendo y de ellos es la principal responsabilidad. Los niveles fueron bajísimos y el físico en la mayoría se esfumó con el primer tiempo. La pregunta que a todos nos queda es cuál es el equipo de Gamero; el que llega y crea opciones de gol o el que lo apabulla mentalmente que le hagan un gol.

En Gamero confiamos y queremos que se le respete el proceso, pero hay cosas que se deben mejorar en el camino. Basta de perder puntos por errores infantiles, de no darle aire a la nómina titular y de perder cambios. Todos en Millonarios necesitan esta semana para barajar de nuevo: solo sirve encadenar victorias consecutivas si se quiere pensar en clasificar.

@maugor