Si hay una palabra más ultrajada por estos días en Colombia es «centro» y sus derivados. Los políticos se esconden en su nombre para ocultar sus extremos, en muchas ciudades otros ladrones con el cuello más percudido hacen insegura esa parte de la cuidad y Millonarios ahora se suma al concierto del centrismo en el país.

Anoche en El Campín, los dirigidos por Alberto Gamero se dedicaron a lanzar centros a diestra y siniestra para intentar desbaratar el sistema defensivo de Jaguares que se metió de manera efectiva atrás. Este abuso de una arma valida y necesaria en el fútbol obedeció más al desespero y falta de ideas que aun plan estructurado desde la táctica.

Para el profesor Gamero las oportunidades creadas son un reflejo de la efectividad de esa intención de llenar de balones el área rival y de «chichones» las cabezas de los defensas monterianos: 41 centros en todo el partido con apenas 3 opciones reales de gol consecuencia de estos mismos.

Y por el centro los remates de media distancia se vieron, pero sin llegar a buen puerto. Arango y Uribe se quitaron espacio, Silva estaba sin ideas y adelante todos parecían estáticos y sin diagonales buscando el pase. Ruiz no pesó y los laterales no ayudaron a abrir los espacios en la mitad: sin la idea ofensiva que predica Alberto Gamero.

Siguen dos partidos ante rivales igual de inferiores que Jaguares en el papel, en nómina y presupuesto. Hay que sumar como sea, pero a la gente se le debe demostrar con fútbol que se corrigen los errores y hay autocrítica. Si la opción es centrar como si hubiera premio de por medio que sean más precisos y con gente adelante que tenga talla para bajar balones.

La gente no es boba y a los que mucho usan el centro para esconder sus intenciones políticas los pasan al pabellón de los quemados en las elecciones. Que no sea el futuro de este Millonarios 2021-1-

@maugor