A orillas del mar caribe, donde el sol es radiante y las calles son sinónimo de Carnaval, allí nací, lejos de la capital, a miles de kilómetros de Bogotá, pero con este amor que me dejó mi padre como escudo. Crecí casi sin entender por qué no podía ver de cerca al equipo que tanto me gustaba, pero así, a la distancia, a medida que iba creciendo iba comprendiendo lo jodido y caprichoso de este amor por Millonarios.

Aún recuerdo la cara de asombro de todos mis amigos de infancia, cuando jugábamos fútbol y ellos se peleaban con ser el Pibe, Pachequito o Mackenzie mientras yo soñaba con ser Chitiva, Jhon Mario o Burguez; mientras año tras año el panorama era feo y se burlaban de mí, yo más me apegaba a estos colores. Aprendí en mi adolescencia a defender este escudo a la distancia, lejos de títulos, estrellas y hazañas, viendo como mis vecinos de ciudad se coronaban campeones y aun así mi amor seguía intacto, y lejos de aminorar se afianzaba más.

¿Qué si he ido al Campin? ¡claro! Estuve en 2 clásicos, en un partido Vs América (donde Ciciliano hizo los 3 goles), estuve en un partido vs Envigado y en otro vs Quindío, pero me ha tocado acostumbrarme a ver a Millonarios de visitante. Recuerdo que estuve en aquel 0-1 cuando ganamos en Barranquilla con gol de Julián Tellez, (y desde ese día solo he faltado a 3 partidos de Millos en el Metropolitano), lo he visto en Cartagena, Bucaramanga, Santa Marta, Montería, Sabanalarga, y hasta a Magangue fui a parar por ver a una final sub -20 de Millonarios.

Hoy ya mayor de edad, y profesional de la salud, con hijo y una familia establecida, aún vivo mi locura por Millonarios al máximo; tengo 2 tatuajes referentes al embajador y una colección hasta el día de hoy de 35 camisetas. Pero lo mejor es encontrar otros enfermos como tú en estas tierras. En la ciudad de Barranquilla tenemos un buen combo, que nos reunimos ocasionalmente a ver partidos, o nos programamos nosotros para “echar la pateada” y hablar de este amor que nos une.

Por eso ustedes quienes residen en Bogotá, quienes tienen la oportunidad de ver a Millonarios casi todos los fines de semana, ¡HAGANLO! A mí y a muchos nos toca conformarme con la tv, salir corriendo del trabajo para llegar antes del pitazo inicial, intentar cuadrar turnos o jornadas laborales para que no se crucen con algún partido; estar alentando a una pantalla o enojado con la TV es jodido, no alcanzan a imaginar cuanto se añora a Millonarios a miles de Kilómetros, pero algo si les digo: YO CREO EN EL AMOR A DISTANCIA

Jaime Luis Ardila Pontón

@JaimeAP23